
Amor Dormido
El autor
Jan Erasmus Quellinus II fue un pintor de Amberes. En sus primeros años se formó en el taller de su padre, el escultor Erasmus Quellinus I.
Gran colaborador de Rubens, realizó numerosos cuadros para la decoración de la Torre de la Parada, partiendo de los bocetos del pintor. El rapto de Europa, Baco y Ariadna, La muerte de Eurídice, Cupido navegando sobre un delfín, Jasón con el vellocino de oro o La persecución de las harpías son algunas de estas obras.
El Mito
Según el mito recogido en las Metamorfosis de Apuleyo, Psique fue una hermosísima princesa, la hija más joven del rey de Anatolia. Su belleza era tan deslumbrante que era adorada por los hombres como si fuera una diosa. Fue así que Afrodita, celosa de que alguien pudiera competir con su hermosura, llamó a su hijo Eros (llamado Cupido o Amor por los romanos) para que le lanzara una flecha de amor oxidada que provocaría que Psique se enamorase del hombre más horrible y vil que pudiera existir.
Cuando Eros fue a cumplir los deseos de su madre y descubrió la belleza de Psique, quedó enamorado de ella inmediatamente. El dios que jugaba a enamorar a las personas era ahora víctima del amor. Eros falló adrede su lanzamiento y, cuando Psique quedó dormida, la recogió y la llevó a su palacio. Eros se inventó una fórmula para estar con Psique sin enfadar a Afrodita: la princesa pasaría el día sola en el palacio y sería por la noche, a oscuras, cuando pudiera estar con su amado. De este modo estarían juntos mas no se podrían ver.
Psique pasaba todo el día sola y echaba mucho de menos a sus hermanas, fue así que le pidió a Eros poder verlas. Cuando las hermanas le preguntaron como era su pareja, Psique fue incapaz de explicárselo ya que nunca lo había visto. Las hermanas de Psique, temiendo que su novio fuera un monstruo horrible, la animaron a descubrir su identidad. Esa misma noche, Psique esperó a que Eros se durmiera junto a ella y encendió una lámpara para observarlo. Al descubrir la tremenda belleza del más hermoso de los dioses, Psique se emocionó de tal manera que una gota de aceite de la lámpara cayó sobre el pecho de Eros, quien despertó abrumado y, sintiéndose traicionado por Psique, la abandonó.
Psique, desconsolada, acudió entonces a Afrodita para pedirle que intercediera para poder recuperar el amor de su hijo. Afrodita, llena de rencor, mandó a Psique realizar cuatro complicadas tareas para recuperar el amor de Eros. La cuarta, la más peligrosa, consistía en bajar al Hades para pedirle a Perséfone, reina del inframundo, un poco de su belleza, que Psique debía llevar en un frasco a Afrodita. Tras realizar las tres primeras pruebas, Psique se encaminó a realizar el último y más peligroso de los encargos.
En el duro camino a los infiernos, Psique venció muchos obstáculos, como engañar al Perro Cerbero dándole un pastel de cebada, o convencer a Caronte para que la transportara por el inframundo. Al fin, y después de muchos atrancos, llegó donde Perséfone quien, conmovida por su hazaña, accedió a darle un poco de su belleza.
Psique volvió de aquellas tierras con el frasco para Afrodita y con el ansia de recuperar el amor de Eros. Mas su curiosidad le llevó a abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma; del frasco brotó un olor especial que provocaba el sueño eterno. Psique olió aquel aroma y quedó dormida inmediatamente.
Cuando Eros supo de la aventura de su amada y de lo que ella había hecho por recuperar su amor, acudió rápidamente a buscarla, la despertó limpiando el sueño de sus ojos e intercedió ante su madre y Zeus, el dios de dioses, para que le permitieran casarse con Psique. Zeus accedió a los deseos de Eros convirtiendo en inmortal a la princesa. Afrodita se reconcilió con Psique danzando en su boda y Psique y Eros vivieron por siempre jamás juntos en el Olimpo de los dioses.
El Cuadro
Este cuadro representa el episodio en el que Psique observa, bajo la luz de un candil, la hermosura de su amado Eros. La torre de la Parada, el lugar que albergaba esta obra, sufrió un incendio durante la Guerra de la Sucesión. El lienzo se vio dañado durante este hecho y hoy lo que podemos observar es solamente parte del cuadro original. De este modo, falta la figura de Psique. El aspecto del lienzo original lo conocemos a través del bosquejo realizado por Rubens en una pequeña tabla a través de la cual Jan Erasmus Quellinus realizó el cuadro en gran formato.