Lugrís, Urbano
Urbano Lugrís González (A Coruña, 1908-Vigo, 1973). Hijo del presidente de la Real Academia Galega Manuel Lugrís Freire, realiza en A Coruña estudios de Perito mercantil en torno a los años veinte y en los años treinta.
En su juventud en Madrid, entra en contacto con el grupo de intelectuales y artistas que formarían la Generación del 27, una intelectualidad renovadora que centraba la Residencia de Estudiantes, que le proporcionará el crisol para el desarrollo de su arte. Trabaja en el teatro de marionetas Bartolozzi, se enrola en las Misiones Pedagógicas y firma el manifiesto de artistas e intelectuales a favor de la República.
Tras la Guerra Civil regresa a Galicia, viviendo entre Vigo y A Coruña. Realiza entonces sus primeras exposiciones individuales en las que desarrolla un vocabulario naturalista expresando un contenido todavía ligado al simbolismo y al decadentismo decimonónico, pero ya con el mar como tema preferente. Los años cincuenta suponen el apogeo de Lugrís. Personaliza el lenguaje anterior introduciendo referencias a las vanguardias históricas, principalmente a la pintura metafísica, al cubismo y al surrealismo. En estos años pinta numerosos murales, muchos perdidos, en Santiago y Vigo, así como los de la Cofradía de pescadores de Malpica y los del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, se convierte en el impulsor de la revista Atlántida (1954-1956), además de colaborar en La Noche y en Vida Gallega.
Entre 1963 y 1964, realiza cuadros y murales para la iglesia de Vilaboa en Culleredo (A Coruña), instalándose posteriormente en Vigo hasta su fallecimiento. Su producción será homogénea a lo largo de su vida, un lenguaje de colores planos, con representaciones de gran carga metafísica donde los motivos ayudan a esta manifestación con sus referencias a la vida inmóvil: estatuas en un pedestal, caracolas, galeones anclados y paisajes idealizados.
