El mayo en Ribadeo (boceto)

El Mayo en Ribadeo (boceto), está resuelto de forma abreviada con grandes empastes como corresponde a un boceto para estudiar la composición del lienzo definitivo. Se considera una interesante muestra de la tradicional fiesta infantil de los mayos que se celebraba como símbolo del comienzo de la primavera. En este lienzo el niño-mayo, cubierto de ramas y flores, ocupa el grupo central de la escena y enfoca nuestra atención.

Este boceto pertenece a su etapa de plena madurez, después de que el pintor se estableciera en Oviedo en 1878, se pintó aproximadamente hacia 1885. La dinámica composición del cuadro tiene las características de los cuadros costumbristas de sus últimos tiempos en los que los grupos de figuras se integran en el entorno relacionándose entre sí y la luz recupera las búsquedas naturalistas tratando de captar la atmósfera del momento.