Fierros, Dionisio
Dionisio Fernández Álvarez (Artísticamente se autodenominó Dionisio Fierros Álvarez) (Ballota, Cudillero, Asturias, 1827-Madrid, 1894). Enviado a Madrid para aprender el oficio de sastre con su tío, consiguió la protección de una familia que lo introduce en el taller del pintor más consagrado por entonces, José de Madrazo y dos años después pasó a ser discípulo de su hijo, Federico de Madrazo. A la vez, asistía a clases en la Academia de San Fernando y el Museo Real del Prado.
Fierros tratará de posicionar su éxito en la escena de costumbres, género en aquel tiempo en plena expansión. Frente a la tendencia dominante en el arte español del momento de plasmar escenas costumbristas andaluzas, madrileñas o norteafricanas, Fierros va a explorar el costumbrismo gallego. Realiza dos estancias en Galicia, la primera entre 1855 y 1858 y la segunda entre 1872 y 1877, que encuadran su periodo de madurez.
Los años de su primera estancia se centran en Santiago y son el punto de partida para la creación de una pintura compostelana y, por extensión, gallega. Santiago era una ciudad que le permitía explorar un costumbrismo inédito y a través de él, lograr ser un pintor original como demandaban las poéticas de la época. Fierros pertenece a la generación que cambia el romanticismo de concepción fantástica e imaginativa representada por Villaamil, Lucas o Alenza, por otra plenamente naturalista que hace honor a las poéticas que se imponen en España a mediados del siglo XIX.
Por otra parte, su faceta de retratista le permite ganarse el sustento, como retratista se perciben las enseñanzas recibidas de Madrazo: la aproximación del modelo al primer término, el utilizar muebles para generar la sensación de tridimensionalidad, la captación de luz como efecto modelador y para crear la sensación de atmósfera, y el toque de luz en la pupila y el fruncir la comisura de los labios para darles expresividad a los modelos.
