Imaxe:
La Adoración de los pastores
Ficha técnica
Número de inventario:
283
Materia / Soporte:
Lienzo
Contexto cultural / Estilo:
Neoclasicismo
Cronología:
1760[ca]-1819[ca]
Clasificación:
Pintura
Procedencia:
Asignación. Usucapión: Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional. Junta Delegada de Incautación, Protección y Salvamento del Tesoro Artístico (Decreto 10 de octubre de 1963, nº 2527/63 (Ministerio de Hacienda))
Historial:
Procede de las incautaciones realizadas durante la Guerra Civil (1936--1939). El 15 del 10 de 1941 se entrega al Museo, según consta en un recibo de la Comisaría General del Patrimonio Artístico. Por O.M. 19-12-1941 ingresa en el Museo en calidad de Depósito. El 21-04-1942 se deposita para su custodia temporal en el Ayuntamiento de La Coruña. El 16 de agosto de 1946 tiene lugar la entrega de la obra por parte del Ayuntamiento al Museo Provincial de Bellas Artes. Por medio del Decreto 10 de octubre de 1963 Nº 2527/63 la obra se declara propiedad del Estado.
EXPOSICIONES:
Año 1988: La Pintura en los tiempos de Carlos III, el Rey Alcalde. Salas de Ribera y Juan de Villanueva (Centro Cultural Conde Duque), Madrid, Marzo- Abril.
Medidas:
Con marco: Altura = 130 cm; Anchura = 110 cm; Profundidad = 6,5 cm
Lienzo: Altura = 115 cm; Anchura = 95,3 cm
Técnica:
Pintura al óleo
Objeto:
Cuadro
ATRIBUCIÓN EN REVISIÓN
Se trata de una escena nocturna en la que los pastores y pastoras van a adorar al Niño en el pesebre en Belén, portando humildes ofrendas como aves y hevos y un cordero con las patas atadas que simboliza el Cordero Místico y alude al sacrificio de Cristo. Mientras, la Virgen María, arrodillada, sostiene al Niño Jesús apoyado en el pesebre y separa el paño que lo cubre para mostrárselo. Del Niño emana un resplandor divino cuya luz deslumbra los rostros de los presentes e ilumina la estancia. En lo alto, el coro de ángeles que se relata en el Evangelio (Lucas 2, 8-14) sostienen una filacteria con la inscripción del canto Gloria in excelsis Deo. San José, que porta la vara florida que brotó en el Templo cuando fue escogido como esposo de la Virgen María, parece presentar la escena al espectador. El episodio de la adoración de los pastores lo narra únicamente San Lucas y fue ampliamente representado en la iconografia cristiana, siendo un tema muy frecuente a partir del Renacimiento en Italia y en Flandes. En España se populariza algo tardíamente y se generaliza en el XVIII, con el Barroco del Siglo de Oro, recuperando la autonomía respecto a la escena de la Adoración de los Magos y la Natividad, sirviéndose del naturalismo y el realismo como vehículos idóneos para acercar los preceptos de la Iglesia al pueblo tras las normas del Concilio de Trento.