Retrato de árabe

Figura masculina con turbante blanco y con las manos apoyadas en la empuñadura de una espada.

Román Navarro además de pintor de escenas militares y prestigioso retratista de efigies de gran tamaño y empaque de miembros de la realeza, políticos o eclesiásticos, realiza pequeñas obras como este retrato de busto que entronca con la faceta costumbrista del artista donde recrea impresionantes tipos y caracteres populares.  

En este retrato de árabe nos transcribe con gran naturalismo el abatimiento psíquico del individuo a través de un rostro que, a la vez, está en perfecta armonía con la flacidez de las manos, plasmando el conjunto una extraordinaria apariencia de su decrepitud.

Algún autor indicó que la relación de Román Navarro durante su estancia como profesor en la Escuela de Artes y Oficios de A Coruña con su alumno Pablo Ruiz (Picasso) recién llegado a esta ciudad, pudo influir a tenor de la vestimenta de este retratado y de su postura, en óleos pintados por Picasso en su juventud en A Coruña como es el caso de los retratos de un hombre barbudo o el de Modesto Castilla disfrazado de moro.