Sin Título

Con un estilo ágil nervioso y pulsional, Patiño plasma en el lienzo toda una amalgama de grafías, arabescos, manchas y colores llenando a modo de horror vacui todo el espacio del cuadro.

Los colores, brillantes unos y opacos otros, se distribuyen de tal modo que crean tramas y texturas diversas, logrando incluso formas de aspecto geológico y orgánico-biológico más que geometrizante.

El movimiento, se expresa en distintos tiempos pero simultáneos: - ritmos frenéticos con formas concéntricas; - ondulaciones serpenteantes que simulan el magma volcánica avanzando, o formas en continua transformación; - formas rectangulares con predominio de la linea. Todos estos ritmos, construyen un espacio policentrado, dinámico, falto de unidad y por tanto con diversas perspectivas.