Retrato de Dña. Emilia Pardo Bazán
Ficha técnica
EXPOSICIONES:
Año 1912: Exposición de pintura regional. Centro gallego de Madrid.
Año 1951: Centenario de la Condesa de Pardo Bazán. Santiago de Compostela, Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos, julio-agosto.
Año 1977: Generación Doliente. Diputación Provincial de La Coruña, Colegio Calvo Sotelo, Agosto.
Año 1983-1984: Homenaje a pintores coruñeses. Diputación Provincial de La Coruña, Colegio Calvo Sotelo, Diciembre-enero.
Año 1993: A Xeración Doente (1871-1902). Fundación Caixa Galicia.
Año 1997-98: Cánovas y la Restauración. Ministerio de Educación y Cultura, Centro Cultural Conde-Duque, Madrid, Diciembre 1997-febrero 1998.
2013-2014. La lengua y la palabra. Trescientos años de la Real Academia Española. Real Academia Española y Acción Cultural Española. Biblioteca Nacional de España, Madrid, 26-Sept.-2013 al 26-Enero-2014.
2015-2016. Francisco Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza. Fundación Francisco Giner de los Ríos, Madrid, 18-Nov-2015 al 13-Marzo-2016.
En este retrato, el segundo que Vaamonde realizó a doña Emilia, la escritora aparece de perfil, tocada con sombrero de plumas y cubierta con capa negra en la que destaca el lazo de color añil de efecto impresionista.
Dedicado fundamentalmente al retrato al pastel, en Coruña la escritora anima a Vaamonde a trasladarse a Madrid, en donde le introducirá en los círculos aristocráticos. Allí pronto se convierte en un destacado retratista que, inmortaliza la alta sociedad madrileña de fines de siglo. Desde la óptica de un realismo refinado pinta retratos femeninos que idealizan la belleza en la línea que se desarrolla en París y Londres, y que él contempla de primera mano en sus viajes.
En este retrato muestra los aprendizajes adquiridos y plasma con elegancia a la condesa que parece captada de forma espontánea, de perfil, como en una instantánea fotográfica. Emilia Pardo Bazán convirtió a Vaamonde en protagonista de su novela La Quimera, en el personaje del pintor Silvio Lago, tal como lo confirmó en la conferencia que pronunció, con el mismo título de la novela, en el Centro Gallego de Madrid en 1912 con motivo de la Exposición Regional de pintura.
La temprana muerte del pintor antes de cumplir treinta años, que se produjo en el Pazo de Meirás donde convalecía de su enfermedad al cuidado de la madre de Emilia, truncó su carrera, por lo que se le incluyó posteriormente en la denominada Generación Doliente.