Erictonio y las Cecrópidas

El Mito

Atenea va la forja de Hefesto para encargarle una armadura nueva. Hefesto, que está enamorado de Atenea, intenta unirse con ella. En el rechazo que la diosa le hace, Hefesto fecunda accidentalmente a Gea (la tierra) naciendo de este modo Erictonio cuyo nombre quiere decir “hijo de la tierra”. Erictonio será rechazado por todos al nacer con piernas de serpiente. Solamente Atenea se apiadará de él.

Atenea decide recogerlo y meterlo en un cesto, confiando su cuidado a las conocidas como “las cecrópidas”, las hijas de Cécrope, rey de Atenas. Aglauro, Herse y Pándroso tendrán la responsabilidad de cuidar la cesta con la condición de que no la abran. Incitadas por la curiosidad e incumpliendo el mandato de la diosa, las princesas abren el cesto descubriendo con horror su contenido: un bebé que es mitad niño, mitad serpiente.

Cuenta el mito que las cecrópidas, enloquecidas y asustadas, caen desde lo alto de la Acrópolis. Para poder escapar de la furia del rey, Erictonio se refugiará tras el escudo de la Diosa Atenea.

 

El Cuadro

En el cuadro vemos representada esta escena mitológica donde, acompañando a las hijas de Cécrope, aparece una mujer anciana. Las mujeres tienen un gesto de susto, pero también de cierta ternura y aparecen rodeando el cesto donde se encuentra el pequeño Erictonio. La escena se desarrolla en un hermoso jardín donde hay un estanque, una cariátide y un atlante que enmarcan una arquitectura clásica.

Las formas sinuosas de los cuerpos desnudos femeninos y los colores brillantes muestran una clara influencia del estilo de Rubens, quien también interpretaría este extraño mito.